La primera parte de este artículo la puedes leer en «Agricultura de precisión y drones (parte 1)»
En el capítulo anterior…
Estamos en el año 1980 y estás gestionando un cultivo de 100 hectáreas de árboles de cerezos, usando agricultura de precisión.
Quedamos en que habías georreferenciado la mala hierba de los 80.000 árboles en varios papeles anotando números 0, 1 y 2, y finalmente habías determinado que se requería 60.000 dosis “Z” de herbicida para todo el cultivo.
Esto significaba un ahorro de 25% en costos, gracias a que la medición estaba basada en la variabilidad del cultivo, en vez de medir usando promedios.
Con esto, realizaste la primera actividad esencial en la agricultura de precisión: la medición.
Ha llegado el pedido
Ahora te cuento la buena noticia: acaba de llegar el pedido con el herbicida y lo están descargando en tu bodega. Así que sigamos adelante.
Aquí podemos ver que habría sido más fácil gestionar al promedio:
- habrías recibido 80.000 dosis “Z” de herbicida
- y luego hubieses dado la orden a tu equipo de trabajo: “una dosis por cada árbol”
Gestión fácil, pero no eficiente, debido a la variabilidad.
Ahora te cuento la mala noticia: tienes 60.000 dosis “Z” de herbicida y 80.000 árboles, y tus trabajadores están esperando instrucciones.
Miras tu escritorio y tienes un montón de papeles y números, y la instrucción ya no es tan simple.
Las instrucciones
Ya realizaste la medición y ahora tienes que ejecutar una acción de acuerdo a la medición. Aquí tienes 2 opciones.
La primera opción es entregarle los papeles con números a tus trabajadores y mostrarle las filas de números que corresponden a los árboles.
Entonces les dices que vayan al primer árbol y:
- si ven un número 0, no hagan nada
- si ven un número 1, que pongan una dosis “Z” de herbicida
- si ven un número 2, que pongan 2 dosis “Z” de herbicida
Luego avanzan al segundo árbol y repiten este ciclo, y así, sucesivamente.
La zonificación
La segunda opción, es tomar todos los papeles con los números anotados (la medición) y unirlos unos con otros hasta formar todo el cultivo (hacer un mosaico!).
Ahora tienes todo el cultivo dibujado en un papel gigante, donde cada árbol está representado por un número 0, 1 ó 2.
A continuación, con un lápiz comienzas a dibujar polígonos encerrando los números iguales: si ves muchos números «0» juntos, los encierras con un polígono. Lo mismo haces con los números «1» y «2».
Finalmente obtienes muchos polígonos clasificados en 3 zonas:
- zonas sin mala hierba
- zonas con un poco de mala hierba
- zonas con mucha mala hierba
Acabas de realizar una zonificación de mala hierba!
Entonces las instrucciones a tu equipo de trabajo sería:
- si ven una zona 0, no hagan nada
- si ven una zona de números 1, que pongan una dosis “Z” de herbicida por cada árbol
- si ven una zona de números 2, que pongan dos dosis “Z” de herbicida por cada árbol
Es una instrucción similar a la primera opción, solo que puedes organizar de forma diferente, por ejemplo, que una persona se encargue de las zonas 1 y que otra persona se encargue de las zonas 2.
Lo segundo es la ejecución
De cualquier forma, lo que estás haciendo es ejecutar acciones gestionando la variabilidad, por lo cual cada zona recibirá su dosis justa de herbicida. No más. No menos. No al promedio! Es eficiencia pura.
La conclusión es que esta es la segunda actividad esencial de la agricultura de precisión: la ejecución según la variabilidad.
Hace 40 años
Todo el ejemplo anterior fue en el año 1980 y en esos años habría sido una gestión magnífica. Pero los tiempos han cambiado, ahora estamos llegando al año 2020 y el mundo ya no es el mismo de antes:
- el costo del recurso humano ha subido
- el costo de la tecnología ha bajado
- las empresas son más competitivas
- cada vez hay más humanos que alimentar
Conceptualmente hablando, siempre hemos podido hacer agricultura de precisión, o sea, medir el cultivo para identificar zonas y luego ejecutar acciones según la zona.
Lo que ha cambiado son las herramientas que usamos. O sea, el concepto permanece, la herramientas cambian.
En el año 2020
Antes las personas caminaban revisando árbol por árbol y usando lápiz y papel para registrar las mediciones. Ahora podemos enviar máquinas que registran cada árbol en la memoria de un computador.
Antes hacíamos zonificaciones dibujando polígonos alrededor de números anotados en papel. Ahora hacemos zonificaciones en algún software de sistemas de información geográfica(GIS).
Antes las personas caminaban aplicando herbicida a los árboles. Ahora las máquinas lo hacen automáticamente.
Entonces, comenzamos a observar lo siguiente:
- los humanos son más lentos que las máquinas
- los humanos son subjetivos (todos miden diferente)
Dado que el mundo se ha vuelto más competitivo, las empresas para sobrevivir y crecer tienden a ser más competitivas.
Y dado que el costo del recurso humano ha subido y el de la tecnología baja cada día, las empresas comienzan a usar herramientas más eficientes.
En conclusión
En conclusión nos podemos quedar con 3 ideas finales:
- Primero, la agricultura de precisión es una forma de gestionar los cultivos agrícolas tomando en cuenta la variabilidad de los cultivos.
- Segundo, para gestionar el cultivo según su variabilidad, necesitamos realizar 2 actividades esenciales: medir y ejecutar (según la variabilidad).
- Por último, siempre hemos podido realizar agricultura de precisión, y el avance tecnológico ha permitido que las herramientas que usamos sean más eficientes.
¿Y los drones? Los drones cumplen con el rol de ser una herramienta eficiente para medir (identificar zonas) y para ejecutar (según cada zona).
Esto lo veremos en el próximo capítulo.
Acá puedes leer la tercera parte de este artículo.